Tierra de agua y montes, el macizo granítico de las Boutières ofrece magníficas oportunidades para hacer excursiones, bien a pie bien en coche. Situado al sur de Saint-Agrève y al norte del Parque Natural Regional de los Montes de Ardèche, esta sombría y austera comarca está constituida por montañas de abruptas pendientes en las que el castaño es rey. Otra característica de estos paisajes es el cultivo en terrazas, cuyos muretes de piedra cuidan primorosamente los lugareños desde hace generaciones.