En la colina del Pincio, reserva de aire fresco y remanso de paz para los romanos, se levanta rodeada de espléndidos jardines la residencia de verano de la familia Borghese. Estos jardines abiertos al público engloban hoy varios museos de primera envergadura (Galleria Borghese, Galleria Nazionale, Museo Nazionale Etrusco), un zoo, un pequeño lago navegable, agradables cafés e instalaciones para grandes y pequeños. Y, cómo no, no se puede dejar de admirar a Bernini y Caravaggio en la Galería Borghese.