La antigua villa de verano del papa Julio III, edificada en el s. XVI, alberga un museo totalmente dedicado a la civilización y el arte etruscos. Los puntos fuertes de la visita (que podría completarse con la de los respectivos yacimientos) son el llamado sarcófago de los esposos, de finales del s. VII a.C.; la crátera de Eufronio, uno de los más bellos ejemplares de cerámica griega antigua; las esculturas de Veyes; la Cista Ficoroni y el Olpe Chigi, jarra destinada a servir el vino.