La plaza del Campidoglio es un portento de elegancia. Tres palacios la enmarcan: dos idénticos situados frente a frente y un tercero, cerrando la perspectiva, en perfecta armonía arquitectónica con los dos anteriores. En el suelo, un magnífico motivo en forma de estrella ordena el espacio en torno a la majestuosa estatua de Marco Aurelio, el emperador filósofo. El acceso a la explanada se hace a través de la escenográfica Cordonata, una larga rampa compuesta por anchos tramos de poca altura que permiten llegar a la cima casi sin esfuerzo. De visita más que obligada.