La opinión de la Guía Michelin
Reconstruida por Carlo Fontana en el s. XVII, con una fachada inspirada en Borromini, su interior es uno de los raros ejemplos del estilo rococó en Roma. Una extravagante planta (una sola nave elíptica, nichos con altares dispuestos en diagonal) otorga al edificio una apariencia majestuosa. La rica ornamentación interior a base de estuco, oro y mármol, y una hermosa luz confieren a la iglesia un encanto especial.