Cuando el antiguo foro se quedó demasiado pequeño para albergar las asambleas del pueblo y las sesiones de justicia, tratar los asuntos públicos y cerrar los tratos de comercio, César emprendió la construcción de uno nuevo al norte del antiguo, tras lo cual, también Augusto, Vespasiano, Nerva y Trajano mandarían construir cada uno su propio foro. Los Foros Imperiales formaron así un conjunto monumental de gran envergadura. En 1932, Mussolini los dividió irremediablemente en dos con la apertura de la Via dei Fori Imperiali. La visita del Museo dei Fori Imperiali resulta una forma muy lúdica de entrar en materia antes de explorar el recinto.