Del parking terminal del Valle del Gouffre d'Enfer sale un camino que sigue el lecho del antiguo torrente hasta llegar al pie de la presa. Una vez aquí, el paraje es impresionante: las escarpas rocosas, talladas a cuchillo, se estrechan hasta formar un angosto y sombrío pasillo. La presa fue construida para abastecer de agua Saint-Étienne. Unas escaleras permiten subir hasta lo más alto y admirar el embalse rodeado de laderas alfombradas de abetos. Una escalera a 50 m a la izquierda sube hasta un mirador con vistas a Rochetaillée.