La opinión de la Guía Michelin
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta imponente iglesia de ladrillo ha tenido una historia bastante convulsa y hubo de ser reconstruida en varias ocasiones. Su campanario de madera, la silueta más característica del cielo de Riga, domina la ciudad desde sus 123 m que se encarga de prolongar un gallo dorado de 1,5 m. Nada de extraño pues, que todos aquellos que gustan de las alturas se precipiten para visitar su plataforma -¡a 72 m de altura!- e inmortalizar las vistas en sus smartphones.