La opinión de la Guía Michelin
Situado en las riberas del lago Grienerick, el palacio de Rheinsberg fue residencia de Federico II el Grande, que vivió en él de 1736 a 1740. Aquí se desarrolló una de las historias de amor del escritor Kurt Tucholsky, al que un museo rinde homenaje in situ. La visita nos transporta al s. XVIII gracias a la primorosa restauración del lugar, donde no falta el mobiliario de época y las obras de arte. Disfrute también del parque, trazado según planos de Knobelsdorff y Johann Samuel Sello.