En el s. XVII, la fortaleza militar de los marqueses de Saluzzo pasó a ser propiedad de los Saboya Carignano, que la transformaron en residencia de verano. La fachada que da al parque es obra de Guarino Guarini, la de entrada de Giovanni Battista Borra (1755). El interior, ricamente amueblado, incluye bellas estancias como el salón de Hércules y Diana, las salas chinas, el gabinete etrusco o las cocinas. En el extenso parque se levanta la Margaria (1852), granja modelo de estilo neogótico.