Con bonitas playas de arena en la bahía de Quiberon y espectaculares relieves en la Costa Salvaje, la península es un pequeño condensado de la Bretaña marítima, donde se suceden agradables playas y escondidas calas pedregosas batidas por el oleaje. De ahí que la escojan tanto las familias para pasar sus vacaciones como los aficionados al surf o la vela. Eso sí, para disfrutarla plenamente, mejor visitarla en temporada baja.