La estatua ecuestre del santo patrón del país, conocida en todo el mundo, es la obra maestra de Josef Václav Myslbek (1848-1922). Las figuras laterales, añadidas a principios de la década de 1920, representan a los santos patronos de Bohemia -Ludmila, Inés, Procopio y Adalberto (Vojtěch en checo)- y adornan las esquinas del macizo pedestal de granito pulido, desprovisto casi de ornamentos con excepción de las palabras del canto medieval: "Que no perezcamos nosotros ni nuestros descendientes.