Si le gustan los lugares animados, dé una vuelta por el mercado instalado en una lonja próxima al puerto. Los rodrigueses acuden antes de que amanezca, a veces desde muy lejos y andando, para comprar frutas y verduras, productos de importación, pescado fresco y algo de carne. Las vendedoras animan a los transeúntes y la actividad es incesante. Conviene ir temprano porque a las 7 de la mañana ya han desaparecido todos los productos frescos.