La islita de Rodríguez emerge del océano Índico a 560 km al nordeste de Mauricio. Tras su descubrimiento oficial en el s. XVI, fue una colonia que se incorporó posteriormente a Mauricio y pasó a tener su propia asamblea regional en los primeros años del s. XXI. Aunque siempre ha vivido de la agricultura, la pesca y la ganadería, se está abriendo poco a poco al turismo sostenible. Cuenta con todos los encantos necesarios para disfrutar de una agradable estancia: preciosas playas a orillas de la laguna, relieve más accidentado en el centro e islotes en los que anidan las aves marinas.