La abadía, que hoy alberga un centro cultural, cuenta con una elegante fachada (1735) de tres alturas decorada con frisos. Las tres galerías del claustro de los edificios conventuales, acristaladas con grandes ventanales clásicos, se asoman al jardín. Sala capitular, calefactorio, refectorio, amplia sacristía y la sala de San Norberto (antigua capilla) sirven de marco a exposiciones. Destacan tres maravillosas escaleras y la antigua iglesia de Santa María la Mayor.