Esta península hinca su diente de tierra en la rada de Brest, entre las rías Elorn y Daoulas. El paisaje aquí es mucho más recortado que en la vecina comarca de Léon, brindando panorámicas de la bocana de Brest y la península de Crozon. Al margen de los grandes ejes viarios hallamos un trozo de campo tradicional: una tierra de bocages con pocas casas. Merecen una visita la antigua abadía de Daoulas y el calvario de Plougastel-Daoulas, compuesto por una plétora de imágenes y construido entre 1602 y 1604 tras la peste de 1598.