Fundado en 1963, por iniciativa del emérito coleccionista Nicolae Simache, el Museo de la Relojería ilustra la historia de la medición del tiempo. Podrá ver aquí clepsidras, relojes de cuco, relojes Luis XIV, relojes-sorpresa, el cronómetro del rey Carol I. Los materiales utilizados en la confección de estas obras de arte van del oro al bronce, pasando por el marfil o la madera noble. Las dos mil piezas se reparten por los salones de una villa del s. XIX con parqués crujientes y están iluminadas por la luz que entra por sus grandes ventanales.