Cinco cascadas y casi 150 fuentes hacen del parque Peterhof un lugar encantador. Todos estos juegos de agua conectados por kilómetros de tuberías funcionan exclusivamente por la acción de la gravedad. Destacan la cascada del Damero o de los Dragones, con dragones alados que escupen chorros de agua, las fuentes sorpresa, que se ponen en marcha sin previo aviso, y la cascada de Marly (o de la Montaña de Oro), decorada con placas de cobre dorado.