La opinión de la Guía Michelin
Este conjunto tan imponente como austero se inició en el s. XIII y fue creciendo con el paso de los siglos. La fachada que da a la plaza está presidida por la majestuosa escalera que conduce al púlpito de las arengas. El flanco que se asoma al corso Vannucci cuenta con una bonita portada del s. XIV. En el interior, bóvedas y paredes están decoradas con frescos que ilustran tanto escenas bíblicas como leyendas.