La opinión de la Guía Michelin
En el s. VI ya se erigió una capilla en el lugar donde se encontraba la tumba de san Frontis. A lo largo de los siglos sería sustituida por un edificio más grande. En 1575 la iglesia fue expoliada, el tesoro se dispersó y la tumba fue destruida. Paul Abadie se encargaría de reconstruirla a partir de 1852. De su ilustre modelo románico la nueva iglesia retoma las dimensiones, la audacia de las cúpulas y la robustez de los pilares. No se pierda el magnífico retablo al fondo del ábside.