Las fachadas renacentistas, las casas medievales, los patios, las escaleras y las plazas de este barrio han sido sometidos a un minucioso proceso de restauración y las calles peatonales han recuperado su función de arterías comerciales. La plaza del Coderc se llena de animación por la mañana con el mercado de frutas y verduras, mientras que las plazas aledañas acogen los populares mercados de los miércoles y sábados por la mañana. En invierno las codiciadas ventas de trufas y foie gras atraen a numeroso público. En verano los veladores de los restaurantes invaden las calles.