Al sur de la colina de Montmartre, a lo largo del antiguo Muro de los Fermier Généraux, los nostálgicos del Pigalle de los truhanes y de las señoritas de vida ligera en busca de sensaciones se toparán más bien con salas de espectáculo y teatros, aunque bien es verdad que aún queda algún que otro sex-shop o local de estriptis. En el n° 65 del bulevar se le puede poner una vela a santa Rita, patrona de las causas desesperadas. Si lo que busca es tranquilidad, la encontrará en la Cité Véron (n° 94), donde residieron Vian y Prévert.