Desde el 7 de octubre de 1896, fecha en la que el zar Nicolás II colocó la primera, el puente -con una luz de 109 m- simboliza los lazos seculares que unen Francia y Rusia. Las exigencias técnicas (como el arco único para facilitar el tráfico fluvial) no están reñidas con una profusa decoración (candelabros, volutas). Los dos Pegasos dorados, que simbolizan la Guerra (orilla izquierda) y la Paz (orilla derecha), abrazan la perspectiva de los Inválidos.