El museo se ha instalado en el salón, en la biblioteca, en el taller y en la habitación que ocupara Eugène Delacroix de 1858 a 1863. El artista abandonó el taller que tenía en la rue Notre-Dame-de-Lorette para acercarse a la iglesia de Saint-Sulpice, de la que se le encargó decorar una capilla en 1847. Las exposiciones, que se renuevan varias veces al año, presentan obras de Delacroix y de sus amigos. El taller y el pequeño jardín son un verdadero remanso de paz.