Su reloj de hierro es curioso, su flecha calada original. Empezada en 1664 según proyecto de Le Vau, habitante de la isla de Saint-Louis, su construcción no acabó hasta 1726. El interior, de estilo jesuítico, está ricamente decorado. La iglesia alberga desde 2005 un nuevo órgano fabricado e instalado por el factor Bernard Aubertin y su equipo, un acontecimiento en la medida en que París no había adquirido este tipo de instrumento desde el s. XIX.