San Luis mandó construir esta joya del arte gótico para guardar las reliquias del Cristo y de la Virgen. Situada en el interior del Palacio de Justicia, la Sainte-Chapelle se divide en dos partes: la capilla baja, que estaba destinada a los sirvientes del palacio, y la capilla alta, que comunicaba con los aposentos reales. Las magníficas vidrieras del s. XIII, las más antiguas de París, componen una verdadera Biblia ilustrada.