Para celebrar el 200o aniversario de su fundación, la fábrica de los Kluge fue transformada en museo y catalogada como monumento histórico. Todo se conserva en perfecto estado y parece estar listo para funcionar. Podrá visitar el laboratorio de química de esta industria que ya asociaba investigación y desarrollo. Al final del recorrido puede verse la exposición de las creaciones de Irén Bódy. Aunque la visita se haga en húngaro no tendrá ningún problema en comprender el proceso de fabricación de los tejidos azules de Pápa.