Desde este camino de ronda jalonado de garitas se ve la trasera de la catedral de Sta María y las fortificaciones, en la parte baja de las murallas. La ronda desemboca en el baluarte del Redín, un pequeño bastión de 1540 reacondicionado como jardín. Por debajo y a la izquierda, se divisa la puerta fortificada de Zumalacárregui (o de Francia) y parte de las murallas. Por el lado de la ciudad, al pie de las murallas se levanta la fachada del palacio Arzobispal (s. XVIII). Bonitas vistas del meandro del Arga, el barrio de la Magdalena y, a lo lejos, el monte San Cristóbal.