Auténtica puerta de la ciudad, este magnífico arco, erigido hacia el año 20 a.C. y cuya restauración concluyó en 2018, se yergue en la entrada norte de Orange, en la llamada Vía Agripa que iba de Lyon a Arlés. Excepcional por sus imponentes dimensiones, es además uno de los mejor conservados, en particular su fachada septentrional que conserva buena parte de su decoración de origen que conmemora las hazañas de los veteranos de la II Legión en Galia.