El inmenso barrio de las termas refleja el alto grado de tecnología alcanzado ya en el s. III: termas de los notables, letrinas, frigidarium. La pasarela conduce a las termas del este, populares y con una decoración más modesta pero con las mismas prestaciones. El decumano II desemboca en una carretera norte-sur que se dirige hacia la Villa des Arènes. A la izquierda, las termas del oeste estaban reservadas a las mujeres. Estas fueron reutilizadas como baptisterio paleocristiano y posteriormente serían transformadas en catedral.