La opinión de la Guía Michelin
Esta cueva decorada con fantásticos dragones y criaturas extraordinarias, todos ellos tallados en la piedra, intriga desde hace tiempo a los especialistas. Mientras unos ven un legado pagano, la mayoría atribuye las figuras a los monjes de Blaca, que habitaron en la gruta en el s. XVI antes de construir el monasterio.