Las mujeres hmong rojo llevan grandes faldas plisadas en batik azul y blanco realzadas con toques de color coral bordados. Para ellas, la cabellera es un adorno, más preciado en tanto en cuanto las carencias alimenticias en esta apartada región causan estragos en el cabello y los dientes. Por ello se adornan con postizos de pelo auténtico. El interior de las casas es modesto. De las paredes cuelgan trofeos de los que los hmong se sienten muy orgullosos: fusiles de caza hechos a mano.