La opinión de la Guía Michelin
En esta plaza se yerguen varias catedrales. Concretamente cuatro, sin contar el campanario de Iván el Grande, de un blanco inmaculado o lujosamente decoradas y con rutilantes bulbos dorados. Son auténticas joyas arquitectónicas por las que pasaron zares y príncipes de Moscú y que fueron escenario de grandes ceremonias solemnes, entierros incluidos. Sus interiores rivalizan en belleza y, junto a ellas, el blanco palacio de las Facetas, de inspiración italiana, brilla con luz propia.