En un marco muy moderno, el Museo de Sellos y Monedas presenta una interesante retrospectiva de las colecciones principescas. El primer sello con la efigie de un soberano monegasco se emitió en 1885 durante el reinado de Carlos III. Hasta esa fecha el correo se franqueaba con sellos sardos. A partir del Segundo Imperio (1860) ya llevan la mención de "Mónaco". La sala de los sellos raros hará las delicias de los filatélicos.