Este barrio atesora los fascinantes vestigios del desarrollo industrial de Mineápolis. Los gigantescos molinos del s. XIX se levantaban junto a tres manzanas de casas rodeando las cascadas y los almacenes que les daban servicio. Algunos de estos edificios han sido reconvertidos en bares, restaurantes y lofts. En su bucle de 2,8 km a lo largo del río, el sendero de St. Anthony Falls Heritage pasa por delante del molino "A" (1881) y el Stone Arch Bridge, obra maestra de ingeniería de 1883.