Esta torre de color rosado es uno de los rascacielos más emblemáticos de Milán. Construido en 1956 con hormigón armado por los arquitectos Belgioioso, Peresutti y Rogers, el edificio se caracteriza por la disposición en voladizo de sus últimas nueve plantas, que le da cierto aire medieval a su silueta. Justamente la parte superior está dedicada a vivienda, y los pisos obviamente están muy cotizados; el propio Mario Draghi tuvo aquí su domicilio hasta 2010.