La opinión de la Guía Michelin
Las Columnas de San Lorenzo, de lo poco que queda de la Mediolanum romana, dan acceso a una de las basílicas mayores de la ciudad. Su fundación se remonta al s. IV, cuando Milán era la capital del imperio romano, si bien la monumental fachada data de 1894. El majestuoso interior, de estilo románico-bizantino, está coronado por una gran cúpula y dotado de un ancho deambulatorio. No deje de ver la capilla de San Aquilino y sus espléndidos mosaicos paleocristianos del s. V.