Creada en 1990, la reserva natural de Tueda ha permitido proteger uno de los últimos grandes bosques de pino cembro de Saboya. Se extiende desde el lago de Tueda hasta el glaciar de Gébroulaz, pasando por el refugio de Le Saut. Un sendero bordeado por numerosas especies de flores (linnaea borealis) permite descubrir este medio tan excepcional como frágil.