Una casa solariega isabelina junto a una iglesia del s. XIV y un molino de agua del s. XV en perfecto estado de funcionamiento, componen una imagen casi idílica a orillas del río. Sir Richard Blount terminó la casa hacia 1612. A pesar de múltiples retoques a lo largo de los siglos, sigue siendo de gran interés sobre todo por su magnífica escalera de roble, sus hermosas molduras de estilo Jacobo I, sus numerosos retratos y audaz capilla neogótica.