La confluencia del río Negro y del río Solimões, a unos 10 km de Manaos, es uno de los puntos más turísticos de la región, ya que aquí se forma oficialmente el río Amazonas, pero también porque este "encuentro de las aguas" se produce de una manera muy curiosa. Como su nombre indica, el río Negro tiene el agua negra, debido a un alto índice de acidez, mientras que el río Solimões es un río "blanco", lleno de limos con un pH básico, por lo que sus aguas no se mezclan de manera inmediata. A lo largo de más de 10 km, las aguas negras y de color crema siguen separadas, como si de aceite y vinagre se tratara.