Una sucesión de rectángulos idénticos -parecidos a rebanadas de bizcocho- unidos por pasarelas... Así puede resumirse el edificio de la Cámara de Comercio del país (2004). El conjunto de vidrio y acero es obra del arquitecto francés Claude Vasconi en colaboración con el luxemburgués Jean Petit. En el interior, no menos de 35 000 m2 de oficinas. Pese a este gigantismo, el edificio no deja de ser sobrio: dele la vuelta para admirar la fuerza y la nitidez de líneas.