Comenzada por Boffrand en 1730 y terminada por Héré en 1747, la iglesia barroca de Santiago posee una imponente fachada enmarcada por dos estilizadas torres con las estatuas de san Miguel y san Juan Nepomuceno. En el interior, destacan las boiseries estilo Regencia del tambor de entrada, una Piedad del s. XV y obras de Girardet. En esta iglesia se conservan las entrañas del rey Estanislao.