Para apreciar toda la belleza de los cañones del Sil podrá elegir entre dos modalidades de trasporte: el barco (con salida de Santo Estevo) o por carretera (OU 605 y OU 903). El primero nos revela el rostro austero y agreste de las gargantas que van cambiando de fisionomía a medida que nos acercamos al puente de Abeleda, formando espléndidos anfiteatros de vegetación. La carretera nos brinda también unas bonitas vistas de viñas cultivadas en bancales y además nos permite hacer un alto en el monasterio de Santa Cristina, perdido en medio de los castaños.