Edificadas por los romanos en el s. III y modificadas durante la Edad Media, estas murallas construidas con lascas de esquisto rodean la ciudad a lo largo de más de 2 km de longitud y 11 m de altura, presentando 10 puertas que permiten el acceso al casco viejo. Admirablemente conservado, el recinto fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2000. No deje de subir al camino de ronda, que ofrece bonitas vistas de la ciudad y sus alrededores.