El pabellón chino, edificado en 1753 para la reina Luisa Ulrika dentro del recinto del Palacio Real, fue ampliado y reconstruido una década más tarde en un estilo rococó con pinceladas exóticas. Este nuevo capricho chino fue construido entre 1763 y 1767 por Carl Fredrik Adelcrantz, mientras que Jean Eric Rehn se superó a sí mismo al diseñar las estancias roja, verde, amarilla y azul, las cuales decoró con paneles lacados, una profusa ornamentación y vitrinas en las que se exponen delicadas piezas chinas.