La catedral anglicana fue construida entre 1628 y 1633 en estilo neogótico. Durante el asedio de 1689 su campanario albergó una pieza de artillería; en recuerdo de este episodio se conserva una bola de cañón bajo el pórtico. La sala capitular, añadida en 1910, alberga un pequeño museo donde pueden verse diversos recuerdos históricos, en particular los enormes candados de las antiguas puertas de la ciudad. Fíjese también, en la nave central, en las cabezas esculpidas de los obispos de Derry.