La opinión de la Guía Michelin
La topografía es al parecer lo que explica la inhabitual ubicación por debajo de la iglesia de este claustro empezado a construir en 1278 y acabado solo en el s. XIV. Lo primero que llama la atención es su tamaño y la belleza de las tracerías de las ventanas, todas diferentes entre sí. Capiteles y frisos están ejecutados con gran exquisitez y motivos que delatan el influjo islámico. En el ángulo suroeste se alza el campanario, un bello exponente del gótico catalán de 60 m de alto.