El puerto de Lisboa goza de un enclave privilegiado, en el cruce de las rutas marítimas comerciales entre Róterdam, África y Brasil, que convierte a la ciudad en una escala esencial en Europa, tanto para el flete como para el transporte de pasajeros. Numerosos buques hacen escala en los puertos de viajeros situados en Rocha do Conde de Óbidos, Alcântara o Santa Apolónia (cruceros). Las excursiones por el Tajo le permitirán admirar la ciudad desde otra perspectiva y comprobar el intenso tráfico portuario.