La opinión de la Guía Michelin
Este callejón debe su nombre a la comunidad religiosa que ocupaba el antiguo beguinaje del Espíritu Santo, del cual se conservan bonitas fachadas de entramado de madera tras las cuales se esconde la minúscula fábrica de cerveza Curtius. De este callejón sale la empinada escalera de la montaña de Bueren.