Este castillo del s. XV con elegantes torres de cubierta cilíndrica se encuentra en un lugar muy pintoresco desde que se construyó la presa de Bort. Se alza sobre un islote rocoso y, cuando el embalse está lleno, sólo se comunica con tierra firme mediante un estrecho dique. En el interior destacan dos bonitas escaleras y dos magníficas chimeneas renacentistas. En la primera planta se celebra anualmente una exposición de pintura contemporánea. Durante el verano, con la iluminación nocturna parece salido de un cuento de hadas.